La segunda cita, si se ha roto el hielo en la primera, podría ser un buen momento para lanzarse a la experimentación de ciertas diversiones morbosas, ciertas formas de dar rienda suelta a la excitación y a la mente perversa que de algún modo todos poseemos. A continuación proponemos varios juegos eróticos para practicar con tu cita según la confianza, audacia y desparpajo de los intervinientes y que proporcionan diversión para parejas.
Juegos eróticos para la segunda cita
1) La ausencia de ropa interior en espacios públicos puede ser uno de ellos. La chica no llevará con conocimiento de su pareja ni braguitas ni sujetador en un lugar en que haya otras personas. Un parque, un restaurante, un bar, un cine, un centro comercial, una iglesia… Los lugares y situaciones que se ofrecen pueden ser muchos y ajustados a los morbos de los intervinientes. El vestuario elegido puede facilitar el acceso a esas partes del cuerpo que se muestran desnudas bajo la tela o dar la opción a que estos rincones más ocultos puedan vislumbrarse o mostrarse. Las caricias, miradas y actos que puedan llevarse a cabo quedan a la elección de los jugadores, dependiendo de su atrevimiento, intrepidez y pudor.
2) Otro entretenimiento que puede servir de juego erótico es hacer una sesión de fotos sensuales. Aquí también los participantes pueden marcar los límites y el desarrollo de la misma. Puede apoyarse en complementos como lencería, calzado, cuero, vestidos, camisas y aprovechar los rincones de la casa menos comunes para el sexo, como la cocina, los baños, las ventanas, el salón, el comedor… El grado de intensidad y pudor puede ser igualmente establecido por los amantes en ciernes, grado de desnudez y posturas. Las fotos obtenidas pueden servir como fuente futura de excitación y de placer. No debemos dejar de advertir no obstante de los riesgos que existan fotos íntimas si no tenemos un control adecuado de ellas.
3) Un tercer entretenimiento es jugar a los médicos. Deberíamos ampliar el término y definirlo como juegos de rol. Se adoptan papeles que se desarrollan durante la cita. Pueden ser clásicos como el citado al inicio o variados. Los amantes ocultos por ejemplo para parejas de muchos años, la novia y el mejor amigo del novio, el señor y la criada, la vecina que pide la sal. En fin, como en los anteriores es cuestión de dar rienda suelta a nuestros morbos, fetiches y elementos que intensifiquen el deseo. Todo ello de un modo consensuado, divertido, sin agobios ni complejos.
4) Podemos terminar proponiendo otro divertimento erótico que podríamos denominar la llamada. Uno de los dos ha de realizar una llamada telefónica que pueda potencialmente ser larga, a un familiar, a una empresa u organismo, a un amigo o amiga. Durante la llamada recibirá las caricias intentado mantener la calma y la conversación. Por supuesto ganará el que más tiempo logre mantener la llamada.
Como decía el viejo presentador, A JUGAR en la segunda cita.