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vendredi, novembre 22, 2024
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    Interpretar el lenguaje del cuerpo en una cita

    El lenguaje del cuerpo es una fuente de información imprescindible para entender cómo se está desarrollando una cita de pareja. Por lo tanto, hemos de aprender a interpretarlo, ya que su identificación nos permitirá anticiparnos a las reacciones y favorecerá el éxito.


    El lenguaje del cuerpo, también conocido como comunicación no verbal, es un indicio fundamental a la hora de comprender las claves de las relaciones humanas. La comunicación es un intercambio en doble sentido que no depende solo de las palabras, sino que también se asocia a los movimientos y gestos.


    La comunicación extralingüística nos ofrece una información significativa

    Cuando afrontas una cita de pareja, igual que cuando participas en una negociación, no puedes despreciar ninguna información que provenga de la persona interlocutora. Este es nuestro primer consejo. Ten en cuenta que, en cierto modo, por ejemplo, una primera cita tiene mucho de negociación.

    Según el profesor Albert Mehrabian, el 55 % de la información que transmitimos en uno de estos encuentros depende de la comunicación no verbal. Las palabras que empleamos en ocasiones esconden lo que verdaderamente estamos pensando. Pero con nuestro cuerpo es más difícil resultar engañosos. Nuestro segundo consejo es que aprendas a interpretar sus signos, ya que estos pueden ser estudiados.

    Por eso la comunicación extralingüística ha sido tan trabajada desde el campo de la psicología, ya que nos ofrece una información adicional muy relevante sobre los comportamientos de las personas.

    Interpretar las emociones a través de la observación física

    Tras los primeros consejos generales, vamos con las recomendaciones concretas.

    Los movimientos corporales son indicios que, cuando responden a pautas compartidas, permiten interpretar las emociones. Estos indicios son evidentes sobre todo en las manos, los ojos, la cara y el resto del cuerpo. En primer lugar, la distancia física nos ayuda a analizar, según sea esta cercana o larga, si existe o no una atracción entre los interlocutores. Una información similar nos proporcionan los ojos, ya que estos pueden buscar el contacto visual o evitarlo.

    Las manos, por su parte, descargan parte de la tensión que genera el habla y básicamente van a servir para respaldar con gestos explícitos nuestras posiciones ante la cita. Por ejemplo, si los brazos están en posición cruzada y defensiva, valora que estás generando contrariedad. Recuerda que la sonrisa es uno de los gestos más inequívocos de complicidad, pero fíjate en si va acompañada de arrugas. Si estas no aparecen, podemos estar ante una falsa. Desviar la mirada también puede ser un síntoma de estar mintiendo.

    No olvides tampoco algunas reacciones universales, como encoger los hombros o arquear las cejas como muestra de duda. Para reconocer un mayor interés, observa si se eleva el tono de voz o incluso si se imitan movimientos.

    Por último, observa los movimientos rápidos que denoten nervios, como los temblores en las piernas, y analiza qué sentimiento (atracción, intimidación, etc.) los está produciendo. Si los contactos físicos se suceden sin que tú los fuerces, puedes considerar que el encuentro va bien y lanzarte un poco más.

    En definitiva, el lenguaje del cuerpo es tan importante en una cita de pareja que, sin obsesionarte, no debes dejar de fijarte en él.

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